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miércoles, 2 de abril de 2014

Cueva desierto

Prv 28: 27 El que da al pobre no tendrá pobreza; Mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones 

Cuanta necesidad a nuestro alrededor, o quizás tu hoy hermano estas necesitado, no tengas nada, o te es muy complicado poner todos los días la comida para tu familia, pero te digo que Dios no dejara que pases fatiga, o no se trata de comida, sino que llego aquel recibo que no puedes pagar. Ayudar al hermano, al que tienes al lado, al vecino, al que duerme en la calle no es un acto sincero y verdadero sino lo haces porque dentro de ti nace una opresión, un debo hacerlo, porque si tu ayuda viene movida por el interés de la recompensa de nada servirá. Te cuento algo muy breve, en un tiempo tuvimos junto a otros hermanos el deseo y la necesidad de dar alimento a las personas que nada tenían, y puedo deciros que nosotros poco teníamos y en ocasiones nada, pero bueno nos pusimos en oración y en manos del Señor, no fue sencillo, pero Dios en su infinita misericordia fue abriendo las puertas y los corazones de aquellos que aún siendo inconversos nos ayudaron a esta tarea, puedo asegurarte que había días en que la olla tocaba a su fin y la cola de personas en busca de algo caliente era cada vez mayor, pero bendito sea el Señor que hasta que no se servía al último, de la olla seguía saliendo comida, que gran bendición. Algunos fuimos bendecidos gratamente, pero también hubieron otros que el Señor los aparto y castigo, porque en ellos no había un deseo, una necesidad de auxiliar, sino de un beneficio para si mismos, apartaron los ojos de los necesitados para llenas sus despensas, olvidaron que de la misma manera que Dios hacía rebosar las ollas, también rebosarían las suyas, quiera Dios misericordia para ellos. No mires si tienes ni si das mucho, o poco o nada si no hay nada, si de tu alma nace la necesidad de ayudar al menesteroso, hazlo porque Dios te recompensara, de la misma forma que tu has entregado, ya sabes, no entiendes quien ni como pero aparecerá alguien que dará salida a tu necesidad de hoy, Dios Padre mueve a sus hijos, confía en El

Sol desierto

Prv 28: 27 El que da al pobre no tendrá pobreza; Mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones 

Cuanta necesidad a nuestro alrededor, o quizás tu hoy hermano estas necesitado, no tengas nada, o te es muy complicado poner todos los días la comida para tu familia, pero te digo que Dios no dejara que pases fatiga, o no se trata de comida, sino que llego aquel recibo que no puedes pagar. Ayudar al hermano, al que tienes al lado, al vecino, al que duerme en la calle no es un acto sincero y verdadero sino lo haces porque dentro de ti nace una opresión, un debo hacerlo, porque si tu ayuda viene movida por el interés de la recompensa de nada servirá. Te cuento algo muy breve, en un tiempo tuvimos junto a otros hermanos el deseo y la necesidad de dar alimento a las personas que nada tenían, y puedo deciros que nosotros poco teníamos y en ocasiones nada, pero bueno nos pusimos en oración y en manos del Señor, no fue sencillo, pero Dios en su infinita misericordia fue abriendo las puertas y los corazones de aquellos que aún siendo inconversos nos ayudaron a esta tarea, puedo asegurarte que había días en que la olla tocaba a su fin y la cola de personas en busca de algo caliente era cada vez mayor, pero bendito sea el Señor que hasta que no se servía al último, de la olla seguía saliendo comida, que gran bendición. Algunos fuimos bendecidos gratamente, pero también hubieron otros que el Señor los aparto y castigo, porque en ellos no había un deseo, una necesidad de auxiliar, sino de un beneficio para si mismos, apartaron los ojos de los necesitados para llenas sus despensas, olvidaron que de la misma manera que Dios hacía rebosar las ollas, también rebosarían las suyas, quiera Dios misericordia para ellos. No mires si tienes ni si das mucho, o poco o nada si no hay nada, si de tu alma nace la necesidad de ayudar al menesteroso, hazlo porque Dios te recompensara, de la misma forma que tu has entregado, ya sabes, no entiendes quien ni como pero aparecerá alguien que dará salida a tu necesidad de hoy, Dios Padre mueve a sus hijos, confía en El

Desierto1

Prv 28: 27 El que da al pobre no tendrá pobreza; Mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones 

Cuanta necesidad a nuestro alrededor, o quizás tu hoy hermano estas necesitado, no tengas nada, o te es muy complicado poner todos los días la comida para tu familia, pero te digo que Dios no dejara que pases fatiga, o no se trata de comida, sino que llego aquel recibo que no puedes pagar. Ayudar al hermano, al que tienes al lado, al vecino, al que duerme en la calle no es un acto sincero y verdadero sino lo haces porque dentro de ti nace una opresión, un debo hacerlo, porque si tu ayuda viene movida por el interés de la recompensa de nada servirá. Te cuento algo muy breve, en un tiempo tuvimos junto a otros hermanos el deseo y la necesidad de dar alimento a las personas que nada tenían, y puedo deciros que nosotros poco teníamos y en ocasiones nada, pero bueno nos pusimos en oración y en manos del Señor, no fue sencillo, pero Dios en su infinita misericordia fue abriendo las puertas y los corazones de aquellos que aún siendo inconversos nos ayudaron a esta tarea, puedo asegurarte que había días en que la olla tocaba a su fin y la cola de personas en busca de algo caliente era cada vez mayor, pero bendito sea el Señor que hasta que no se servía al último, de la olla seguía saliendo comida, que gran bendición. Algunos fuimos bendecidos gratamente, pero también hubieron otros que el Señor los aparto y castigo, porque en ellos no había un deseo, una necesidad de auxiliar, sino de un beneficio para si mismos, apartaron los ojos de los necesitados para llenas sus despensas, olvidaron que de la misma manera que Dios hacía rebosar las ollas, también rebosarían las suyas, quiera Dios misericordia para ellos. No mires si tienes ni si das mucho, o poco o nada si no hay nada, si de tu alma nace la necesidad de ayudar al menesteroso, hazlo porque Dios te recompensara, de la misma forma que tu has entregado, ya sabes, no entiendes quien ni como pero aparecerá alguien que dará salida a tu necesidad de hoy, Dios Padre mueve a sus hijos, confía en El

Desierto

Prv 28: 27 El que da al pobre no tendrá pobreza; Mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones 

Cuanta necesidad a nuestro alrededor, o quizás tu hoy hermano estas necesitado, no tengas nada, o te es muy complicado poner todos los días la comida para tu familia, pero te digo que Dios no dejara que pases fatiga, o no se trata de comida, sino que llego aquel recibo que no puedes pagar. Ayudar al hermano, al que tienes al lado, al vecino, al que duerme en la calle no es un acto sincero y verdadero sino lo haces porque dentro de ti nace una opresión, un debo hacerlo, porque si tu ayuda viene movida por el interés de la recompensa de nada servirá. Te cuento algo muy breve, en un tiempo tuvimos junto a otros hermanos el deseo y la necesidad de dar alimento a las personas que nada tenían, y puedo deciros que nosotros poco teníamos y en ocasiones nada, pero bueno nos pusimos en oración y en manos del Señor, no fue sencillo, pero Dios en su infinita misericordia fue abriendo las puertas y los corazones de aquellos que aún siendo inconversos nos ayudaron a esta tarea, puedo asegurarte que había días en que la olla tocaba a su fin y la cola de personas en busca de algo caliente era cada vez mayor, pero bendito sea el Señor que hasta que no se servía al último, de la olla seguía saliendo comida, que gran bendición. Algunos fuimos bendecidos gratamente, pero también hubieron otros que el Señor los aparto y castigo, porque en ellos no había un deseo, una necesidad de auxiliar, sino de un beneficio para si mismos, apartaron los ojos de los necesitados para llenas sus despensas, olvidaron que de la misma manera que Dios hacía rebosar las ollas, también rebosarían las suyas, quiera Dios misericordia para ellos. No mires si tienes ni si das mucho, o poco o nada si no hay nada, si de tu alma nace la necesidad de ayudar al menesteroso, hazlo porque Dios te recompensara, de la misma forma que tu has entregado, ya sabes, no entiendes quien ni como pero aparecerá alguien que dará salida a tu necesidad de hoy, Dios Padre mueve a sus hijos, confía en El

Tulipanes amarillos

Prv 28: 27 El que da al pobre no tendrá pobreza; Mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones 

Cuanta necesidad a nuestro alrededor, o quizás tu hoy hermano estas necesitado, no tengas nada, o te es muy complicado poner todos los días la comida para tu familia, pero te digo que Dios no dejara que pases fatiga, o no se trata de comida, sino que llego aquel recibo que no puedes pagar. Ayudar al hermano, al que tienes al lado, al vecino, al que duerme en la calle no es un acto sincero y verdadero sino lo haces porque dentro de ti nace una opresión, un debo hacerlo, porque si tu ayuda viene movida por el interés de la recompensa de nada servirá. Te cuento algo muy breve, en un tiempo tuvimos junto a otros hermanos el deseo y la necesidad de dar alimento a las personas que nada tenían, y puedo deciros que nosotros poco teníamos y en ocasiones nada, pero bueno nos pusimos en oración y en manos del Señor, no fue sencillo, pero Dios en su infinita misericordia fue abriendo las puertas y los corazones de aquellos que aún siendo inconversos nos ayudaron a esta tarea, puedo asegurarte que había días en que la olla tocaba a su fin y la cola de personas en busca de algo caliente era cada vez mayor, pero bendito sea el Señor que hasta que no se servía al último, de la olla seguía saliendo comida, que gran bendición. Algunos fuimos bendecidos gratamente, pero también hubieron otros que el Señor los aparto y castigo, porque en ellos no había un deseo, una necesidad de auxiliar, sino de un beneficio para si mismos, apartaron los ojos de los necesitados para llenas sus despensas, olvidaron que de la misma manera que Dios hacía rebosar las ollas, también rebosarían las suyas, quiera Dios misericordia para ellos. No mires si tienes ni si das mucho, o poco o nada si no hay nada, si de tu alma nace la necesidad de ayudar al menesteroso, hazlo porque Dios te recompensara, de la misma forma que tu has entregado, ya sabes, no entiendes quien ni como pero aparecerá alguien que dará salida a tu necesidad de hoy, Dios Padre mueve a sus hijos, confía en El

Lirio

Prv 28: 27 El que da al pobre no tendrá pobreza; Mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones 

Cuanta necesidad a nuestro alrededor, o quizás tu hoy hermano estas necesitado, no tengas nada, o te es muy complicado poner todos los días la comida para tu familia, pero te digo que Dios no dejara que pases fatiga, o no se trata de comida, sino que llego aquel recibo que no puedes pagar. Ayudar al hermano, al que tienes al lado, al vecino, al que duerme en la calle no es un acto sincero y verdadero sino lo haces porque dentro de ti nace una opresión, un debo hacerlo, porque si tu ayuda viene movida por el interés de la recompensa de nada servirá. Te cuento algo muy breve, en un tiempo tuvimos junto a otros hermanos el deseo y la necesidad de dar alimento a las personas que nada tenían, y puedo deciros que nosotros poco teníamos y en ocasiones nada, pero bueno nos pusimos en oración y en manos del Señor, no fue sencillo, pero Dios en su infinita misericordia fue abriendo las puertas y los corazones de aquellos que aún siendo inconversos nos ayudaron a esta tarea, puedo asegurarte que había días en que la olla tocaba a su fin y la cola de personas en busca de algo caliente era cada vez mayor, pero bendito sea el Señor que hasta que no se servía al último, de la olla seguía saliendo comida, que gran bendición. Algunos fuimos bendecidos gratamente, pero también hubieron otros que el Señor los aparto y castigo, porque en ellos no había un deseo, una necesidad de auxiliar, sino de un beneficio para si mismos, apartaron los ojos de los necesitados para llenas sus despensas, olvidaron que de la misma manera que Dios hacía rebosar las ollas, también rebosarían las suyas, quiera Dios misericordia para ellos. No mires si tienes ni si das mucho, o poco o nada si no hay nada, si de tu alma nace la necesidad de ayudar al menesteroso, hazlo porque Dios te recompensara, de la misma forma que tu has entregado, ya sabes, no entiendes quien ni como pero aparecerá alguien que dará salida a tu necesidad de hoy, Dios Padre mueve a sus hijos, confía en El

Flor anaranjada

Prv 28: 27 El que da al pobre no tendrá pobreza; Mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones . Cuanta necesidad a nuestro alrededor, o quizás tu hoy hermano estas necesitado, no tengas nada, o te es muy complicado poner todos los días la comida para tu familia, pero te digo que Dios no dejara que pases fatiga, o no se trata de comida, sino que llego aquel recibo que no puedes pagar. Ayudar al hermano, al que tienes al lado, al vecino, al que duerme en la calle no es un acto sincero y verdadero sino lo haces porque dentro de ti nace una opresión, un debo hacerlo, porque si tu ayuda viene movida por el interés de la recompensa de nada servirá. Te cuento algo muy breve, en un tiempo tuvimos junto a otros hermanos el deseo y la necesidad de dar alimento a las personas que nada tenían, y puedo deciros que nosotros poco teníamos y en ocasiones nada, pero bueno nos pusimos en oración y en manos del Señor, no fue sencillo, pero Dios en su infinita misericordia fue abriendo las puertas y los corazones de aquellos que aún siendo inconversos nos ayudaron a esta tarea, puedo asegurarte que había días en que la olla tocaba a su fin y la cola de personas en busca de algo caliente era cada vez mayor, pero bendito sea el Señor que hasta que no se servía al último, de la olla seguía saliendo comida, que gran bendición. Algunos fuimos bendecidos gratamente, pero también hubieron otros que el Señor los aparto y castigo, porque en ellos no había un deseo, una necesidad de auxiliar, sino de un beneficio para si mismos, apartaron los ojos de los necesitados para llenas sus despensas, olvidaron que de la misma manera que Dios hacía rebosar las ollas, también rebosarían las suyas, quiera Dios misericordia para ellos. No mires si tienes ni si das mucho, o poco o nada si no hay nada, si de tu alma nace la necesidad de ayudar al menesteroso, hazlo porque Dios te recompensara, de la misma forma que tu has entregado, ya sabes, no entiendes quien ni como pero aparecerá alguien que dará salida a tu necesidad de hoy, Dios Padre mueve a sus hijos, confía en El

Rosa rosa

Prv 28: 27 El que da al pobre no tendrá pobreza; Mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones

Cuanta necesidad a nuestro alrededor, o quizás tu hoy hermano estas necesitado, no tengas nada, o te es muy complicado poner todos los días la comida para tu familia, pero te digo que Dios no dejara que pases fatiga, o no se trata de comida, sino que llego aquel recibo que no puedes pagar. Ayudar al hermano, al que tienes al lado, al vecino, al que duerme en la calle no es un acto sincero y verdadero sino lo haces porque dentro de ti nace una opresión, un debo hacerlo, porque si tu ayuda viene movida por el interés de la recompensa de nada servirá. Te cuento algo muy breve, en un tiempo tuvimos junto a otros hermanos el deseo y la necesidad de dar alimento a las personas que nada tenían, y puedo deciros que nosotros poco teníamos y en ocasiones nada, pero bueno nos pusimos en oración y en manos del Señor, no fue sencillo, pero Dios en su infinita misericordia fue abriendo las puertas y los corazones de aquellos que aún siendo inconversos nos ayudaron a esta tarea, puedo asegurarte que había días en que la olla tocaba a su fin y la cola de personas en busca de algo caliente era cada vez mayor, pero bendito sea el Señor que hasta que no se servía al último, de la olla seguía saliendo comida, que gran bendición. Algunos fuimos bendecidos gratamente, pero también hubieron otros que el Señor los aparto y castigo, porque en ellos no había un deseo, una necesidad de auxiliar, sino de un beneficio para si mismos, apartaron los ojos de los necesitados para llenas sus despensas, olvidaron que de la misma manera que Dios hacía rebosar las ollas, también rebosarían las suyas, quiera Dios misericordia para ellos. No mires si tienes ni si das mucho, o poco o nada si no hay nada, si de tu alma nace la necesidad de ayudar al menesteroso, hazlo porque Dios te recompensara, de la misma forma que tu has entregado, ya sabes, no entiendes quien ni como pero aparecerá alguien que dará salida a tu necesidad de hoy, Dios Padre mueve a sus hijos, confía en El

Girasol luna

Prv 28: 27 El que da al pobre no tendrá pobreza; Mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones

Cuanta necesidad a nuestro alrededor, o quizás tu hoy hermano estas necesitado, no tengas nada, o te es muy complicado poner todos los días la comida para tu familia, pero te digo que Dios no dejara que pases fatiga, o no se trata de comida, sino que llego aquel recibo que no puedes pagar. Ayudar al hermano, al que tienes al lado, al vecino, al que duerme en la calle no es un acto sincero y verdadero sino lo haces porque dentro de ti nace una opresión, un debo hacerlo, porque si tu ayuda viene movida por el interés de la recompensa de nada servirá. Te cuento algo muy breve, en un tiempo tuvimos junto a otros hermanos el deseo y la necesidad de dar alimento a las personas que nada tenían, y puedo deciros que nosotros poco teníamos y en ocasiones nada, pero bueno nos pusimos en oración y en manos del Señor, no fue sencillo, pero Dios en su infinita misericordia fue abriendo las puertas y los corazones de aquellos que aún siendo inconversos nos ayudaron a esta tarea, puedo asegurarte que había días en que la olla tocaba a su fin y la cola de personas en busca de algo caliente era cada vez mayor, pero bendito sea el Señor que hasta que no se servía al último, de la olla seguía saliendo comida, que gran bendición. Algunos fuimos bendecidos gratamente, pero también hubieron otros que el Señor los aparto y castigo, porque en ellos no había un deseo, una necesidad de auxiliar, sino de un beneficio para si mismos, apartaron los ojos de los necesitados para llenas sus despensas, olvidaron que de la misma manera que Dios hacía rebosar las ollas, también rebosarían las suyas, quiera Dios misericordia para ellos. No mires si tienes ni si das mucho, o poco o nada si no hay nada, si de tu alma nace la necesidad de ayudar al menesteroso, hazlo porque Dios te recompensara, de la misma forma que tu has entregado, ya sabes, no entiendes quien ni como pero aparecerá alguien que dará salida a tu necesidad de hoy, Dios Padre mueve a sus hijos, confía en El

Rosa

Prv 28: 27 El que da al pobre no tendrá pobreza; Mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones 

Cuanta necesidad a nuestro alrededor, o quizás tu hoy hermano estas necesitado, no tengas nada, o te es muy complicado poner todos los días la comida para tu familia, pero te digo que Dios no dejara que pases fatiga, o no se trata de comida, sino que llego aquel recibo que no puedes pagar. Ayudar al hermano, al que tienes al lado, al vecino, al que duerme en la calle no es un acto sincero y verdadero sino lo haces porque dentro de ti nace una opresión, un debo hacerlo, porque si tu ayuda viene movida por el interés de la recompensa de nada servirá. Te cuento algo muy breve, en un tiempo tuvimos junto a otros hermanos el deseo y la necesidad de dar alimento a las personas que nada tenían, y puedo deciros que nosotros poco teníamos y en ocasiones nada, pero bueno nos pusimos en oración y en manos del Señor, no fue sencillo, pero Dios en su infinita misericordia fue abriendo las puertas y los corazones de aquellos que aún siendo inconversos nos ayudaron a esta tarea, puedo asegurarte que había días en que la olla tocaba a su fin y la cola de personas en busca de algo caliente era cada vez mayor, pero bendito sea el Señor que hasta que no se servía al último, de la olla seguía saliendo comida, que gran bendición. Algunos fuimos bendecidos gratamente, pero también hubieron otros que el Señor los aparto y castigo, porque en ellos no había un deseo, una necesidad de auxiliar, sino de un beneficio para si mismos, apartaron los ojos de los necesitados para llenas sus despensas, olvidaron que de la misma manera que Dios hacía rebosar las ollas, también rebosarían las suyas, quiera Dios misericordia para ellos. No mires si tienes ni si das mucho, o poco o nada si no hay nada, si de tu alma nace la necesidad de ayudar al menesteroso, hazlo porque Dios te recompensara, de la misma forma que tu has entregado, ya sabes, no entiendes quien ni como pero aparecerá alguien que dará salida a tu necesidad de hoy, Dios Padre mueve a sus hijos, confía en El

Margarita

Prv 28: 27 El que da al pobre no tendrá pobreza; Mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones .

Cuanta necesidad a nuestro alrededor, o quizás tu hoy hermano estas necesitado, no tengas nada, o te es muy complicado poner todos los días la comida para tu familia, pero te digo que Dios no dejara que pases fatiga, o no se trata de comida, sino que llego aquel recibo que no puedes pagar. Ayudar al hermano, al que tienes al lado, al vecino, al que duerme en la calle no es un acto sincero y verdadero sino lo haces porque dentro de ti nace una opresión, un debo hacerlo, porque si tu ayuda viene movida por el interés de la recompensa de nada servirá. Te cuento algo muy breve, en un tiempo tuvimos junto a otros hermanos el deseo y la necesidad de dar alimento a las personas que nada tenían, y puedo deciros que nosotros poco teníamos y en ocasiones nada, pero bueno nos pusimos en oración y en manos del Señor, no fue sencillo, pero Dios en su infinita misericordia fue abriendo las puertas y los corazones de aquellos que aún siendo inconversos nos ayudaron a esta tarea, puedo asegurarte que había días en que la olla tocaba a su fin y la cola de personas en busca de algo caliente era cada vez mayor, pero bendito sea el Señor que hasta que no se servía al último, de la olla seguía saliendo comida, que gran bendición. Algunos fuimos bendecidos gratamente, pero también hubieron otros que el Señor los aparto y castigo, porque en ellos no había un deseo, una necesidad de auxiliar, sino de un beneficio para si mismos, apartaron los ojos de los necesitados para llenas sus despensas, olvidaron que de la misma manera que Dios hacía rebosar las ollas, también rebosarían las suyas, quiera Dios misericordia para ellos. No mires si tienes ni si das mucho, o poco o nada si no hay nada, si de tu alma nace la necesidad de ayudar al menesteroso, hazlo porque Dios te recompensara, de la misma forma que tu has entregado, ya sabes, no entiendes quien ni como pero aparecerá alguien que dará salida a tu necesidad de hoy, Dios Padre mueve a sus hijos, confía en El.

domingo, 16 de febrero de 2014



(Mr 2:13-17) “Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les
enseñaba. Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos
públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió. Aconteció que estando Jesús
a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa
juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían seguido.
Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores,
dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y
pecadores? Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico,
sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.”

(Mr 2:13-17) “Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les
enseñaba. Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos
públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió. Aconteció que estando Jesús
a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa
juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían seguido.
Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores,
dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y
pecadores? Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico,
sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.”

(Mr 2:13-17) “Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les
enseñaba. Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos
públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió. Aconteció que estando Jesús
a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa
juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían seguido.
Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores,
dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y
pecadores? Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico,
sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.”

viernes, 7 de febrero de 2014

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